Mérida

Presentan Colectivo Vida, para prevenir grave problema social en Yucatán

El suicidio es un problema de salud pública grave a nivel mundial, ya que tiene un impacto personal y familiar duradero en las personas allegadas de quién lo comete y un impacto social y económico reseñable en las comunidades, países y sociedades afectadas, en consecuencia es un asunto que debería preocupar a las autoridades, a los profesionales de la salud y al resto de la sociedad.

La mañana del sábado 04 de Diciembre, se convocó a los medios de comunicación a la rueda de prensa que se llevó a cabo en las instalaciones de la Clínica WellMedic, para hablar de los acontecimientos suicidas que se han presentado en el Estado de Yucatán y manifestar el interés de crear un coletivo con profesionales que se unen para sumar esfuerzos y así ayudar a las personas que lo necesiten de manera humana, privada y confiable,

A partir del lamentable suceso trágico que vivimos como sociedad yucateca, este colectivo se crea para ofrecer las herramientas adecuadas con las que cada integrante cuenta para dar la ayuda profesional y hacer lo que sea necesario para implementar diversas estrategias preventivas de intervención y evitar tener más suicidios ó reducir el número de los suicidios en nuestro Estado.

Los representantes que conforman este colectivo son: La Psicoterapeuta Yendi Cardozo, Experta en Gestión Social Bertha Alicia Rosado, LAE Claudia Pérez, Ing. Raúl Romo, Mediadora Areny Cobos, Psicoterapeuta Víctor Chan, Lic. Alis García, Abog. Rodrigo Pinzón, Suicidóloga Rita Ortiz, Enlace con medios Erika Concha, Jorge Acosta, y la diseñadora Mariana Rihani.

El maestro Víctor Chan agradeció la presencia de los medios de comunicación y de cada miembro del colectivo, y manifestó que ante el avance de los sucesos suicidas en la entidad ellos tienen un mensaje a la sociedad:

“Somos un grupo de especialistas, asociaciones civiles y sobrevivientes que nos une la preocupación por el aumento de suicidios en la región, en particular en Yucatán. Estamos convencidos de que el protocolo que se implementó el domingo pasado en el triste suceso de la joven mujer puede mejorarse, el suicidio ha causado y está causando tanto dolor en las familias de la Península de Yucatán.

“Hemos decidido quienes conformamos este Colectivo vincular experiencias, entrenamientos y conocimientos para construir y/o fortalecer estrategias, programas, equipo de primeros respondientes en primeros auxilios psicológicos, investigaciones, protocolos y modelos de prevención e intervención así como hacer propuestas de política pública. Estamos listos e invitamos a toda persona que se integre al Colectivo”.

En 2021 sucedieron 7 818 fallecimientos por lesiones autoinfligidas en el país, lo que representa 0.7% del total de muertes en el año y una tasa de suicidio de 6.2 por cada 100 000 habitantes. En 2018, de la población de 10 años y más, el 5% declaró que alguna vez han pensado suicidarse.

Las estadísticas de mortalidad reportan que en 2020 hubo un aumento del 6.2 por cada 100, 000 habitantes, superior al registrado en el 2019. El grupo de población de 18 a 29 años presenta la tasa de suicidio más alta: 10.7 decesos por cada 100 000 personas, le sigue el grupo de 30 a 59 años con 7.4 fallecimientos por cada 100 000.

La idea suicida está más presente en las mujeres de 50 a 59 años, seguida por las niñas y adolescentes de 10 a 19, las mujeres de 40 a 49 años y las de 60 años y más. En la población masculina, la idea suicida se presenta mayormente en la población de 40 a 49 años, continuado por aquellos que tienen de 30 a 39 y los de 60 años y más.

En el mundo cada año mueren aproximadamente 800 mil personas a causa de lesiones autoinfligidas, lo que significa un deceso por esta causa cada 40 segundos (World Health Organization [WHO], 2014, p. 2).

En México esta vigilancia es posible por medio de las estadísticas de mortalidad, que del total de fallecimientos ocurridos en 2018 (705 149), reportan que 6 710 fueron por lesiones autoinfligidas, lo que representa una tasa de suicidio de 5.4 por cada 100 mil habitantes. En 2017, ésta se encontró en 5.2 por cada 100 mil habitantes.

Con respecto al sexo de los fallecidos por lesiones autoinfligidas, prevalecen los casos en hombres, quienes tienen una tasa de 8.9 fallecimientos por cada 100 mil hombres (5 454), mientras que esta situación se da en 2 de cada 100 mil mujeres (1 253).

(Fuente: INEGI. Estadísticas de mortalidad, 2020. Base de datos. Censo de Población y Vivienda, 2020 y 2021)

El suicidio es definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2019) como un problema grave de salud pública, que tiene la cualidad de ser prevenible. Para ello es necesario no solo atender los casos de depresión o intentos de suicidio, sino también implementar estrategias para la detección temprana de posibles riesgos de suicidio. En este sentido, la atención en salud mental en niñas, niños y adolescentes se vuelve un foco de atención, en tanto que es un grupo en el que también se encuentran fallecimientos por lesiones auto infligidas” (Instituto Nacional de Salud Pública [INSP], 2019, p. 10).

La OMS señala que para prevenir el suicidio, es necesario vigilar y dar seguimiento al número de casos, y mejorar la integridad, calidad y oportunidad de sus datos. Las estadísticas de mortalidad de las personas que se suicidaron es muy importante también porque determinará las acciones a seguir de una manera verdadera y científica para prevenir futuros eventos.

Pretender mirar el suicidio como un tema de trastorno mental únicamente no sólo sería muy limitado sino sería un gran error ya que el suicidio es multicausal y sistémico por lo que su análisis e intervención cuando menos debe partir de los siguientes indicadores: Trastorno mental, Trastorno Emocional, Síntomas de Tragedias personales (abuso sexual infantil, Pérdidas afectivas, de órganos y financieras), enfermedades crónico degenerativas y/o inmunológicas, Adicciones, Modelajes y Aprendizajes de muerte, Estrés (como mecanismo de sobrevivencia que activa y aumenta la Glucosa, la respiración, la presión arterial, el ritmo cardíaco, etcétera), escasas habilidades en el manejo de las emociones y la influencia del medio ambiente adverso y agresivo entre otros.

Por otro lado, también es imperante hacer la investigación legal, psiquiátrica, psicológica y social familiar antes de la aparición de la crisis, durante y después de ésta, indistintamente que haya terminado en suicidio o no, esto ayudará a atender a la persona en riesgo, hacer una excelente intervención durante la crisis y prevenir futuras situaciones trágicas y lamentables como las que han y están ocurriendo en la Península.

Y por supuesto, facilitar la investigación cualitativa y cuantitativa que permita sistematizar la información y tener una metodología que permita orientar presupuestos, construir una óptima política pública y fortalecer alianzas locales, nacionales e internacionales.

Exhortamos a las autoridades correspondientes a:

1.- Que se actualicen los protocolos de intervención para personas en crisis con riesgo suicida.

2.- Que se conforme una Unidad Especializada para la Intervención en Crisis, esto es, la integración de un equipo de expertos en primeros auxilios psicológicos, mediación, intervención en crisis, negociación, psicoterapia, etc.

3.- Que se realicen Autopsias Psicológicas y otras herramientas más de las personas que se suicidan para conocer el antes del evento y deslindar responsabilidades si hubiera victimarios potenciales y que además genere información importante para la intervención de futuras situaciones.

4.- Que se le provea de apoyo integral a la familia (psicológico, legal, médico y de todo lo necesario) para una óptima contención que quite riesgos de traumas y estrés postraumático.

5.- Que se realice un verdadero seguimiento de cada caso hasta la conclusión satisfactoria del suceso.

6.- Que la buena intención y actitud humana no esté por encima de la capacitación y el equipamiento en la intervención de las personas en crisis.

7.- Que se fortalezca en presupuesto y recursos humanos a la dirección de salud mental y a las Unidades de Salud en todo el estado.

8.- Que se hagan acciones permanentes para fortalecer la salud mental, emocional y relacional de las familias yucatecas.

Les invitamos a tener una actitud resiliente y esperanzadora, usen los teléfonos de ayuda entre los que se encuentran el 99994533777 y el 075 de Salvemos una Vida, AC, el 9991 718416 de Amarte, Equilibrio para la Vida, AC y ambas están en redes sociales. También el 9993 103 662 del Programa Integral para la atención del Suicidio (PIAS).

Por todo lo anterior queremos exhortar a las autoridades a unirse a este gran esfuerzo y a las familias a no minimizar ni ignorar los comportamientos de riesgo de sus familiares y por supuesto a la sociedad yucateca en general a no hacer burla ni risa de sucesos en donde esté en peligro la vida e integridad de personas.

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