Sisal cumple un año de no querer ser Pueblo Mágico de Yucatán
Este mes de diciembre Sisal y Maní cumplen un año de haber sido designados Pueblos Mágicos de México, con lo cual Yucatán sumó cuatro lugares turísticos con esta denominación, pues anteriormente ya estaban Izamal y Valladolid.
Junto con Sisal y Maní, también fueron designados otros nueve pueblos mágicos, entre ellos Isla Aguada, en Campeche.
En su momento se mencionó que esta denominación se convertirá en un gran escaparate que dará un importante impulso el desarrollo turístico y económico de Sisal y Maní, a través de la llegada de más turismo e inversionistas.
El primer punto turístico en ser reconocido como Pueblo Mágico fue Izamal en el 2002, cuando se creó este programa turístico. En 2012, Valladolid recibió la denominación.
El caso de Sisal es muy particular, pues apenas unos meses de haber recibido la designación sus habitantes comenzaron a manifestar que no querían ser pueblo mágico, pues en primer lugar ellos viven en un puerto y en segundo la única magia que ha traído es el nombramiento es el encarecimiento de las propiedades y el rompimiento de la vida tradicional.
Por si fuera poco, ya se privatizaron las playas donde antes los vecinos y visitantes locales solían pasear sin ningún problema. Ahora tienen que enfrentarse a guardias privados que les impiden el paso y el disfrute del mar.
También se han encarecido los permisos para lancheros que pasean a los turistas, y en general ya todo es más caro en la localidad, con el pretexto de que ahora son un «polo turístico».
Sin embargo, la magia no ha llegado a lo que realmente importa a los lugareños, pues las calles siguen en mal estado y los espacios permanecen abandonados.
Por eso los habitantes de Sisal no quieren ni Pueblo Mágico ni polo turístico, solo quieren ser el puerto tranquilo que cada año recibía oleadas de visitantes solo en Semana Santa y en la temporada veraniega.