Mérida

Chef baleado en Mérida recién había inaugurado un negocio en San Sebastián

Apenas unos días antes de que fuera atacado a balazos (uno de los cuales le impactó en la cabeza), el chef Juan Pablo Gómez López, de 42 años, había comenzado un nuevo negocio, a las puertas de su domicilio en el barrio bravo de San Sebastián.

Lamentablemente no pudo verlo prosperar, pues ayer se reportó que falleció a causa del tiro en la cabeza que recibió a manos de un sujeto de origen chiapaneco, pero con nacionalidad estadounidense, en la calle 68 entre 71 y 73, a la vuelta de donde vivía el chef.

El viernes 17 de diciembre fue la inauguración del puesto «El Amigo Pepe El Toro», con venta de tortas, tacos y quesadillas de alambre, en la calle 73 entre 68 y 70 de San Sebastián.

Con gran ilusión el chef Juan Pablo y su familia abrieron este negocio que, de acuerdo con la promoción que le hicieron, abriría de 7 de la mañana a una de la tarde.

Lamentablemente, en lugar de enfocarse a hacerlo prosperar, a los pocos días la familia tuvo que empeñarse en la salud del emprendedor cocinero, quien el lunes 20 de diciembre por la tarde tuvo la mala fortuna de toparse con Alberto H.R., de 71 años, quien desde una camioneta le disparó.

El chef iba en bicicleta cuando el conductor de la camioneta le dio alcance y luego de unos momentos de intercambiar palabras, el chiapaneco con nacionalidad estadounidense sacó un arma de fuego y la descargó con Gómez López, quien durante una semana se debatió entre la vida y la muerte hasta que falleció.

Juan Pablo, quien era muy apreciado en la comunidad meridana de chefs, tenía muchos planes en mente. Por ejemplo, estar en la corrida inaugural de la temporada 2022 de la Plaza de Toros Mérida.

Una noche antes del fatídico encuentro con el agresor, publicó un mensaje con la siguiente frase:

«Querido Dios, sé que esta noche tú estarás conmigo, toma mi mente y dale tranquilidad, que nunca dude de tu presencia; porque sé que es suficiente para mantener mi hogar en paz. Que esta noche mi casa, mi familia sean cubiertos con tu manto divino, para que sea alejado todo mal de nuestro alrededor. Permítenos tener un sueño tranquilo, que descansemos en ti Señor, y que el día de mañana con tu bendición veamos un nuevo amanecer, amén».

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