Peligrosos juegos mecánicos en Progreso y nadie los supervisa
PROGRESO.- Sumido en la promoción de su imagen y en su fallida guerra contra la delincuencia, al alcalde Julián Zacarías Curi se le olvida que tiene que atender los asuntos del municipio de Progreso, como la supervisión de los juegos mecánicos que se instalan en el malecón tradicional, donde anoche sucedió un accidente que puso en peligro la vida de un joven y su hermana menor.
Tras el accidente (en el juego conocido como Pegaso), los ciudadanos pidieron revisar el estado de los juegos mecánicos de ese sitio, pues la rueda de la fortuna también carece de medidas de seguridad, con asientos abiertos y sin protección, lo mismo que otros que requieren inspección por parte de Protección Civil.
En el accidente de anoche resultaron lesionados el joven Pedro Campos y su hermana menor, al desprender un tubo en el juego mecánico conocido como Pegaso, el cual golpeó a Pedro en la cara y a la jovencita en una rodilla.
El más lesionado fue Pedro, quien además del labio partido se le removieron los dientes y va a necesitar que lo vea un dentista.
La hermanita tuvo lesiones en la rodilla y golpes en otras partes del cuerpo. También requirió atención médica.
El responsable del juego se hizo cargo de los gastos de atención médica de ambos hermanos, pero queda la preocupación de qué tan seguros son los juegos que se instalan en el malecón, donde brilla la ausencia y la falta de supervisión por parte del ayuntamiento.
Como hemos informado, desde principios de año Progreso se enfrenta a inusitada ola de violencia con ajustes de cuentas, levantones, ejecuciones al estilo del narco, droga recalada y otros hechos propios de zonas asoladas por el crimen organizado.
A esos problemas se suman homicidios, asesinatos dobles, robos, asaltos y acoso contra visitantes en los malecones de Progreso.
La descomposición no se frenó pese a que el alcalde Julián Zacarías cesó al comandante Emilio Raúl Caamal Gutiérrez y en su lugar nombró al comandante Omar de la Cruz Herrera Cocom, quien fue recibido con críticas por presuntas agresiones y actitudes intolerantes contra la prensa durante su desempeño en Mérida cuando estaba en las filas de la SSP.
También pesa sobre el nuevo jefe policiaco una recomendación de la Comisión de Derechos Humanos.
