Exigen al Poder Judicial de Yucatán que no se integre a la Judicatura un juez golpeador de mujeres
MÉRIDA.- Integrantes de la Agenda de las Mujeres para la Igualdad Sustantiva en Yucatán (Amisy) y la Observatoria Ciudadana, ambas promovemente de la iniciativa conocida como Ley 3 de 3 contra la violencia, conminaron al Poder Judicial del Estado para que no se tome como protesta al juez Luis Armando Mendoza Casanova, quien tiene antecedentes de violencia y acoso contra mujeres.
En un escrito que entregaron en la sede del Tribunal Superior de Justicia, exigieron que se cumpla lo estipulado en la Ley de 3 de 3, que recientemente aprobó el Congreso de Yucatán, y a la cual se han adherido 96 municipios.
De acuerdo con este precepto, no debe nombrarse como funcionario público a nadie que tenga antecedentes de violencia contra mujeres, ya se física, emocional, económica, patrimonial y de cualquier índole.
«Mucho menos deben tener estos antecedentes quien tenga en sus manos la impartición de justicia», aseguraron las activistas en una manifestación posterior a la entrega del documento, a las puertas del Tribunal Superior de Justicia.
Firman el escrito las activistas María Eugenia Núñez Zapata, Ligia Vera Gamboa, Sandra Peniche Quintal, Rosalía López Castro, Silvina Contreras Capetillo y Rita Farjat Vázquez.
Ayer informamos que el juez Mendoza Casanova está acusado de golpear y maltratar a sus esposas, y pese a esto se prepara para asumir el 1 de agosto el cargo de Consejero de la Judicatura.
El Juez ha tenido dos esposas y a las dos las ha golpeado. Una de ellas J.O.A. estuvo en un refugio buscando ayuda porque la tenía aterrada, viviendo un infierno. En ese momento, a esta persona no la ratificaron en su cargo de Juez en el año del 2015, estuvo sin cargo de Juez dos años, tiempo que demostró que estuvo sometido a terapia y ya “había cambiado” y lo volvieron a nombrar Juez, eso fue con la primera Esposa J. O. A.
En segundas nupcias con P. de La R. el mismo Juez ya ratificado y con una terapia a cuestas volvió a ser denunciado por fracturarle la nariz a su nueva mujer, pero en esa ocasión, con más experiencia como violentador, obligó a la mujer a otorgarle el perdón.