Liborio Vidal, el eterno perdedor de la política en Yucatán
En el partido en el que milite (y vaya que son varios) no logra sacudirse de las derrotas electorales que lo persiguen hasta en la sopa.
MÉRIDA, Yucatán.- Liborio Vidal, «secretario» de educación de Yucatán, tiene una apasionada relación con las derrotas electorales, que lo persiguen desde que militaba en el PRI, luego lo siguieron en el PRD y el PVEM, y ahora que está en el PAN no logra quitárselas de encima.
El más reciente y estrepitoso de sus fracasos electorales fue cuando lo bajaron como candidato del PAN a la diputación federal por el I Distrito, pues mintió sobre su condición de indígenas, pues todo mundo sabe que es uno de los caciques de Valladolid, cabecera de la mencionada demarcación distrital.
Por acuerdos de equidad e inclusión, en el distrito con cabecera en Valladolid los partidos estaban obligados a postular candidatos de origen maya, pero Liborio Vidal se impuso y mintió sobre su origen étnico, pero el gusto no le duró mucho y su mentira cayó como las hojas de los árboles.
Anteriormente la derrota lo persiguió cuando pretendió en el 2018 la postulación a la gubernatura por el PRI. No se la dieron y su grupo político, cobijado en ese entonces en el PVEM, apenas consiguió cargos para sobrevivir.
Viendo que su futuro era incierto en el PRI decidió migrar al PAN, donde ahora busca ser candidato a gobernador, pero sus negros antecedentes de represión contra panistas de Valladolid no lo ayudan. En la convención panista nadie en su sano juicio votará por él para que sea candidato a la gubernatura.
En el 2006, cuando salió del PRI al ver hundido el barco del PRI, buscó ser diputado federal pluri y logró que lo colocaran en la lista de candidatos en el lugar 12, pero su eterna enamorada la derrota le guiñó el ojo y con la votación obtenida por su partido en la circunscripción entraron 11 aspirantes y el Amigo Libo, un eterno perdedor, se quedó en la raya.
Los expertos en política y hasta la gente de la calle sabe que Libo no conseguirá ninguna candidaturas en el PAN, pero no deja de campañear usando su cargo de «secretario» de Educación.
Su desesperación es incontrolable y al verse muy abajo en las encuestas, recurre al apoyo institucional de las dependencias al servicios del Estado para posicionamiento de imagen y recibir mas apoyo del Gobernador en sus intenciones de ser elegido candidato del PAN, olvidando que fue uno de los priistas qué más persiguió y acosó a los panistas de los 80 y 90. ¡Qué dirían los panistas de cepa como Benito Rossel, Carlos Castillo Peraza, Cachicha o Roger Cicero Mckenney!