Aquietan a Liborio y a Rommel: regañiza en el comité nacional del PAN
No precisamente con linduras, le piden que dejen de dividir al panismo yucateco con acciones que, además, insultan al electorado de Yucatán, el más inteligente del país.
MÉRIDA, Yucatán.- Luego de los excesos de Liborio Vidal Aguilar y de Rommel Pacheco Marrufo, el dirigente nacional panista, Marko Cortés, los llamó, los sentó, aporreó las manos en la mesa y les dijo que se dejen de chicanadas, pues sólo dividen al PAN.
En el caso de Julián Zacarías Curi, alcalde de Progreso, ya le habían jalado las orejas localmente y, al menos por fuera y en sus acciones, aceptó que no compite con Renán Barrera Concha y debe contribuir para la unidad del PAN buscando otra candidatura. Sin embargo, apenas ayer se difundió que su hermano Carlos promoverá a Claudia Sheinbaum en Progreso.
La reunión, en la sede nacional del PAN, en la Ciudad de México, fue para poner los puntos sobre las íes: Renán Barrera será el candidato y las acciones de ustedes dos (por Rommel y Liborio), deben ser de unidad y no de división, palabras más palabras menos eso le dijeron a los dos «rebeldes».
Como se sabe, Liborio pintó bardas con leyendas, entre otras de #ElAmigoQuiere; luego colocó espectaculares con leyendas diversas, como #ElAmigoLibo quiere que ganes más, y hace innumerables reuniones, algunas de ellas coaccionando a servidores públicos, que le han granjeado fuertes críticas.
Por su parte Rommel, además de que se la pasa coqueteando con MORENA, pues visita municipios donde gobierna ese partido y a los que abiertamente ya están ahí, como el alcalde de Motul y al delegado de Bienestar , Joaquín Díaz Mena.
Luego de una junta de unidad del PAN en Yucatán, un sábado de junio, Rommel fue a la Plaza Grande, se tomó una foto de frente al palacio municipal y escribió en sus redes sociales «Próximamente…», a sabiendas de que a la candidata a la alcaldía será Cecilia Patrón Laviada.
Más que molesta, la menor de los Patrón Laviada le reclamó airadamente al ex clavadista, quien nunca ganó una medalla olímpica, y éste con todo el cinismo del mundo (al estili Morena) le dijo que se confundió y que quiso tomarse la foto frente al palacio de gobierno.
Sin embargo, el atrevimiento, descaro y pedantería del individuo fue más ahí y ahora ya no quiere ser alcalde de Mérida, sino que quiere ser gobernador: colocó anuncios espectaculares en lo que puso Rommel Gobernador. Todo indica que le hace trabajo sucio a MORENA para dividir al PAN en Yucatán.
La actitud de Rommel, consentido de Ivonne Ortega Pacheco, colmó a los panistas de hueso azul, de tradición y de abolengo, quienes se enojaron, brincaron, reclamaron y el mandamás azul les dio la razón. De ahí el regaño a Rommel y a Liborio.