Yucatán

Funcionarios del INPI Yucatán les roban un millón de pesos a ejidatarios mayas de Xcan

Con engaños y traiciones, les ‘desaparecieron’ los recursos que el gobierno federal les asignó para un parador turístico en el cenote Zac-Ha. No fue solo un «moche», Domitilo Carballo y su pandilla les robaron todo el millón de pesos para el proyecto.

MÉRIDA, Yucatán.- Cuando en 2019, en los primeros meses del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el comité que administra el cenote Zac-Ha de Xcan, comisaría de Chemax, recibió el aviso de que el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INP) tomaría en cuenta su antiguo proyecto y le otorgaría un financiamiento de un millón de pesos, la comunidad entera se entusiasmó.

Era un sueño hecho realidad luego de que 10 años atrás presentaron su propuesta ante la Comisión Nacional Indigenista (CDI), con la esperanza de tener un parador turístico que creara fuentes de trabajo para la gente de la comunidad, a fin de que los jóvenes no tengan que salir en busca de empleo.

Lamentablemente funcionarios corruptos del INPI literalmente les robaron ese millón de pesos, solo colocaron una primera piedra y les enviaron dos volquetes de material de relleno, que los mismos vecinos de la comunidad extendieron para tener un lugar de estacionamiento de vehículos.

En este asalto en despoblado salen a relucir nombres como el de Domitilo Carballo Cámara, encargado de la oficina del INPI en Yucatán; Mario Sánchez, encargado de proyectos de la dependencia; Andrés y las biólogas Abigaíl Franco Can y Saraí. También recuerdan una mujer de nombre Alicia, que fue a impartirles unas pláticas.

De acuerdo con Susano Kuk Noh, secretario del comité, hicieron todo el papeleo para que les otorguen el financiamiento, como parte del apoyo que el nuevo gobierno daba a los pueblos indígenas y comunidades afromexicanas, y firmaron para recibir el millón de pesos asignado al proyecto.

Incluso los enviados del INPI colocaron una primera piedra, llegaron unos ingenieros y las biólogas, pero una vez asignados los recursos, solo enviaron los dos volquetes de material de relleno, que de acuerdo con los ejidatarios su valor supera apenas los 8 mil pesos.

Los 992 mil se quedaron en una cuenta que funcionarios del INPI, al parecer en complicidad con el presidente del comité, Melecio Uc Hay, desaparecieron de una cuenta que abrieron para que el proyecto Zac-Ha (agua blanca) reciba el financiamiento para el proyecto que detonaría la economía de Xcan.

De acuerdo con documentos en su poder, el dinero se depositó a la cuenta y fue cuando comenzó el ir y venir de la gente del INPI, pero las obras no avanzaban, porque desde la dependencia querían imponerles un ingeniero, lo cual rechazaron en tres ocasiones.

Al ver estancadas los trabajos decidieron poner manos a la obra por ellos mismos, pero cuando quisieron disponer de los recursos de la cuenta que abrieron en BBVA Bancomer les dijeron que no había dinero.

Tras mucho insistir, finalmente los funcionarios del INPI les dijeron que del millón de pesos quedaban solo 450 mil pesos con lo que tendrían que hacer las obras dispuestas para el cenote.

Los ingenieros del INPI les pidieron que cuando fueran los supervisores les dijeran que con esos 450 mil pesos construyeron las palapas existentes, la recepción que ya estaba y toda la infraestructura que por cuenta propia hicieron los ejidatarios años antes, como las escalinatas de acceso al cenote, la electrificación y hasta el mobiliario.

«Le dijimos que las mesas y sillas no las podíamos hacer pasar como nuevas si ya están jodidas, ya están viejitas, además de que las escaleras y los barandales del cenote nosotros los hicimos como trabajo comunitario de todos los vecinos», explicó Jorge Ku Noh, tesorero del comité.

«Hasta quitaron el techado de las palapas y otra vez comenzaron a ponerlo para tomarle fotos y que parezca que es nuevo, así lo dejaron y nos pidieron que nosotros completáramos el trabajo y el material, ya que muchos de nosotros somos palaparos», agregó el tesorero.

A las biólogas las mujeres de la comunidad les daban de comer y hasta les daban dinero para sus pasajes, ya que llegaban desde Tahmek.

Un día dejó de ir el personal del INPI, no se hizo ninguna obra y del dinero nadie dio explicaciones.

Susano Kuk asegura que se aprovecharon de la buena voluntad de la gente de Xcan.

«El día que firmamos los documentos para recibir el financimiento nos pidieron que lo hagamos rápido porque tenían que ir a buscar las firmas de otros proyectos de la zona», recuerda Susano Kuk.

«Trajeron un ‘huato’ de papeles, no tuvimos tiempo de leer qué decía, tal vez ahí decía que ellos iban a manejar el dinero o tal vez sin saber firmamos para entregarles el dinero, no sabemos… lo único cierto es que nunca vimos ese millón de pesos, que nos traicionaron, que nos robaron y que nos mintieron», lamenta.

Los defraudados le piden al presidente Andrés Manuel López Obrador que no quede impune este robo que les hicieron funcionarios corruptos del INPI, que se aprovecharon de la nobleza del pueblo bueno para traicionarlo.

Quieren que su caso llegue a oídos del mandatario para que les haga justicia y que esos recursos se restituyan al proyecto del cenote Zac-Ha, que los ayudará a tener fuentes de empleo en su propia comunidad, a fin de que no tengan que viajar a las ciudades para trabajar.

El cenote se ubica en un amplio terreno a las afueras de Xcan, colidante con Quintana Roo, y que desde el 2002 la gente de la comunidad comenzó a fomentarlo para atraer turismo.

La gente del pueblo lo encontró de manera fortuita cuando en una ocasión un animal doméstico cayó en una cueva y la marcaron para que ninguna persona vaya a tener un accidente ahí. Los hombres antiguos del pueblo se percataron que salían vapores y dijeron que ahí había un cenote.

Efectivamente así fue y se le pidió a la asamblea ejidal que donara el terreno para el desarrollo de un parador turístico, que ahora quedó sin nada por las transas de funcionarios tan corruptos y tan avorazados que robaron a manos llenas, como no se veía ni en los tiempos del PRI-AN.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *