El traidor de Venturita opera a favor de Huacho Díaz Mena en Umán
El alcalde panista Gaspar Ventura Cisneros Polanco dice que no tiene cabida en el Equipo Yucatán, y que junto con Freddy Ruz y Julián Toro Pech va a trabajar por Morena.
MÉRIDA, Yucatán.- Mal aconsejado por el ex regidor priista Enrique Alfaro Manzanilla, su superasesor de cabecera que ahora es morenista, el alcalde de Umán, Gaspar Ventura Cisneros Polanco, le organiza reuniones a Joaquín Díaz Mena, aspirante de Morena a la gubernatura de Yucatán.
Incluso Venturita, como le llaman en Umán, manifestó su interés en operar con Morena, específicamente en contra de Renán Barrera Concha, coordinador del Equipo Yucatán del PAN, en el municipio. Alega que está molesto porque el alcalde meridano «lo hizo a un lado» y que no tiene cabida ahí (en el Equipo Yucatán).
En la reunión a la que por cierto no asistió Díaz Mena, estuvieron Edgardo Martínez, subdelegado de Bienestar en la Zona Poniente, y Julián Pech «Toro», ex candidato del PRI a la presidencia municipal de Umán.
Al parecer sintiéndose en casa, Venturita confesó que él y Freddy Ruz Guzmán, ex alcalde panista de Umán, están operando juntos, y que el acuerdo que tomaron con Morena involucra también a Ruz Guzmán, sobre quien pesan denuncias por enriquecimiento ilícito.
La traición de Gaspar Ventura no sorprende, sobre todo sí se toma en cuenta que su gran asesor es el ex regidor priista por Mérida Enrique Alfaro Manzanilla, quien ahora le organiza reuniones a Morena, y seguramente fue quien lo mal aconsejó para que le dé la espalda al PAN, partido que lo ayudó a llegar a la alcaldía cuando Cisneros Polanco era un don nadie.
La gestión de Venturita ha sido decepcionante, de todo los alcaldes panistas de la zona metropolitana es el que menos hace, pese a que tiene en sus manos el municipio industrial más importante de Yucatán.
Tan abandonado está el municipio, que ya Kanasín le está comiendo el mandado en cuanto a la atracción de industrias e inversiones.
No podía esperarse menos de un político que solo está pensando en sus intereses personales, y que hace sus berrinches cuando no consigue lo que quiere.
La traición es su carta de presentación y su signo son sus malas compañías, como Julián Toro Pech y el cuestionado ex alcalde Freddy Ruz, quien pasó de ser un repartidor de tortillas en un antiguo VW a ser terrateniente, incluso tiene una oficina en la avenida Aviación, desde la que opera para mantener sus privilegios.
