Pese al rechazo de la gente, la 4T pondrá a Rommel Pacheco como candidato en Mérida
Ni los abucheos, las rechiflas y las abiertas muestras de repudio desaniman a Morena, que piensa que los meridanos no le pasaran la factura al ex clavadista por su traición.
MÉRIDA, Yucatán.- Pese a que es un factor de desprestigio para Claudia Sheinbaum y Joaquín Díaz, por el abierto rechazo de los meridanos a su traición, la 4T se empeñará en poner como candidato a la alcaldía de Mérida a Rommel Pacheco, quien se registrará mañana viernes 17 de noviembre en la sede estatal de Morena, en el barrio de San Cristóbal.
Aunque de acuerdo con la convocatoria los registros son en línea, Rommel Pacheco quiere figurar mediante un acto público en la sede de Morena, a las 6 de la tarde.
De esta manera el ex clavadista que solo iba a pasear a los Juegos Olímpicos quiere darle un poco de alivio a su maltrecho ego, luego de las rechiflas que recibió en actos públicos del PAN y de Morena.
Por el abucheo que le recetaron los panistas, en agosto pasado durante el informe de Renán Barrera, se salió del evento porque su ego no lo soportó e incluso terminó en una clínica. También lo tundieron en redes sociales, pero eso no fue nada comparado con el linchamiento virtual que le propinaron cuando anunció que ya estaba con la 4T.
Pese a las abiertas muestras de rechazo a su traición, participó en un mitin con Claudia Sheinbaum en Valladolid, donde fueron los morenistas los que lo abuchearon y le gritaron «basura», «fuera».
El rechazo de los meridanos es tal que Rommel ya ni siquiera puede ir al supermercado, porque si lo ven le gritan traidor y otros adjetivos.
Tal vez por eso en el mitin del domingo pasado, cuando Claudia Sheinbaum acompañó a Díaz Mena en el inicio de su precampaña, no lo subieron al templete y apenas lo mencionaron los presentadores.
Pese a esto, Rommel Pacheco no se salvó del rechazo de los morenistas, quienes le pidieron a su líder nacional, Mario Delgado, que no pongan a Rommel como candidato por Mérida. Apenas escuchó esto el ex panista se separó de la comitiva y, para disimular, se acercó a la gente para tomarse una selfie, pero nadie la hizo caso, todos voltearon a ver hacia otro lado mientras un dolido Pacheco se tomaba la foto más solo que su soledad.