Mérida

La diáspora rolandista regó «hijos» por todos los partidos políticos

Los que se fueron a Morena quedaron como el perro de las tortas, pero salvo Mario Peraza, hasta ahora ninguno ha mostrado intención de volver al PRI, partido al que dieron por muerto.

MÉRIDA, Yucatán.- La diáspora rolandista dispersó a la gente del ex gobernador priista por todos los partidos políticos, al quedar huérfanos del poder en el 2018, pero ahora que el ex mandatario está de vuelta a la política las cosas cambian radicalmente.

Tal es el caso de gente como Carlos Pavón, Marcos Celis, Pablo Castro o Jorge Carlos Berlín Montero, que se beneficiaron ampliamente en el gobierno rolandista y hoy están con Morena, apoyando al candidato a gobernador del morenismo, Joaquín Díaz Mena, fuertemente criticado por rodearse de prianistas antes que gente de Morena.

Carlos Pavón opera para la senadora Verónica Camino Farjat. No le va tan mal, pues logró que la pongan como candidata de primera fórmula al Senado, de tal modo que ella ya tiene asegurado un lugar en la Cámara Alta para los próximos seis años, y Pavón también tiene chamba segura.

Marcos Celis se ha convertido en operador de los morenos, pero no tiene ninguna esperanza de obtener alguna candidatura, así que tendrá que conformarse con mantener un perfil bajo.

Es el mismo caso de Pablo Alcocer, su papel es solo el de ser operador en espera de que gane su candidato para que vuelva a hacer millonarios negocios, como los que hizo cuando fue delegado de la Sagarpa en el sexenio de Peña Nieto, palomeado por la estructura rolandista.

Jorge Carlos Berlín Montero, quien fue delegado de la Semarnat en el sexenio de Peña Nieto y en 2018 buscó la candidatura a gobernador, hoy igual tiene muy pocas esperanzas de lograr alguna candidatura en Morena, su nuevo partido.

Se le ha visto muy pegado a Francisco Torres Rivas, mejor conocido como «Panchairo», y ambos andan impulsando candidaturas de su amigos no tan quemados como ellos.

Lamentablemente ninguno de ellos está bien con el senador Jorge Carlos Ramírez Marín, quien ha sabido colocarse mejor en Morena que todos los rolandistas, pues logró la candidatura al Senado, aunque sea en segunda fórmula.

Muchos de estos rolandistas hoy convertidos al morenismo bloquearon a Ramírez Marín y su gente cuando todos ellos militaban en el PRI, así que no esperan nada del senador, y aunque están trabajando aparte, están conscientes de que no cuentan con la venia de la cúpula.

Salvo el caso de Mario Peraza Ramírez, hasta ahora ninguno de estos rolandistas ha mostrado intención de volver al PRI, partido al que abandonaron porque ya lo daban por muerto.

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