Mérida

A la madre que abandona un hijo la crucifican; al hombre si lo hace lo perdonan como a Barrabás

Dura condena social a la madre que abandona un hijo; al hombre si hace lo mismo lo ven como un mal «socialmente aceptado».

MÉRIDA, Yucatán.- Mala madre, chacala, desalmada madre, desgraciada, hiena… fueron sólo algunos de los calificativos (los que pueden decirse sin censura) que recibió la mujer que abandonó a su hija de cinco años en la banca del parque principal de Umán.

Si bien en este artículo no tratamos de justificar esta acción, pues quién en su dano juicio aplaudiría el abandono de un hijo, sí queremos destacar que la condena social para una mujer que abandona un hijo es mucho mayor que la que recibe un hombre que hace lo mismo.

Y no son pocos los hombres que abandonan a sus hijos, simplemente se van y hay casos en los que nunca vuelven a saber de ellos. Jamás se interesan en saber si sus hijos comen, si visten, si van a la escuela, si requieren atención médica, etcétera.

Muchos malos padres se van y no dejan ni siquiera 40 pesos «para el Uber». Simplemente desaparecen y se desentienden de los hijos.

No faltara quien diga que sí se procede con los padres desobligados, pues hay leyes para obligarlos a que aporten manutención, pero resulta que casi siempre los padres desalmados buscan recovecos para no cumplir.

Y hay casos en que estos hombres desobligados no tienen hijos con solo una mujer, sino que hay casos en que tienen hasta dos, tres o más parejas con las que tienen descendencia y no aportan un solo peso para ninguno de sus hijos.

A la mujer socialmente se le condena por abandonar a sus hijos. Al hombre, por el contrario, no solo no recibe esa misma condena social, sino que hasta se le ve como un mal «socialmente aceptado».

Esperemos que la niña abandonada en Umán encuentre un hogar donde pueda crecer sanamente.

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