En primera persona: Renata, eternamente niña, eternamente soñadora
Inauguran en San José Chuburná el centro de apoyos y ayuda «Educadora en el Espectro» para la atención y formación de niños y jóvenes con autismo.
MÉRIDA, Yucatán.- Habitualmente escribo en tercera persona, pero hoy la ocasión amerita que lo haga en primera persona, ante la dicha que me da contarles que mi hija Renata inauguró su centro de apoyo y ayuda «Educadora en el Espectro».
Acompañada de familiares, amigos, vecinos, alumnos y benefactores de esta causa, entre ellos el diputado electo David Valdez (del Distrito II) y María Teresa Vázquez Baqueiro, directora del Instituto para la Inclusión de las Personas con Discapacidad del Estado de Yucatán (IIPEDEY), el sábado 13 de julio se realizó la apertura oficial de este centro donde Renata, con un toque mágico, logra encarrilar a niños y jóvenes del espectro autista.
Igual que lo hizo su madre Martha Zamudio hace algunos años, que no se dio por vencida pese a un diagnóstico adverso, hoy Renata ha logrado lo impensable con las personitas y jóvenes que asisten a sesiones.
Ella es el mejor ejemplo de que todo se puede lograr con constancia, disciplina y amor. Renata es la esperanza para niños y jóvenes con autismo de que nunca se den por vencidos, incluso si no encajan en la socieda, incluso si les hacen bullying en la escuela o en el trabajo, incluso si ni su propia familia los comprende.
ETERNAMENTE NIÑA: Durante la emotiva ceremonia de inauguración, Renata habló de una foto que publiqué de ella en redes sociales hace más de 15 años, donde entre otras cosas dije que ella sería eternamente niña, porque el diagnóstico que le dieron mencionaba que ella tenía un retraso en el desarrollo del que no tenían certeza los especialistas que fuera a revertirlo.
Hoy podemos decir que gracias al esfuerzo de su familia, pero sobre todo de mi esposa Martha Zamudio, Renata no solo ha revertido ese retraso en el desarrollo, sino que además ha logrado superar con creces lo que muchos jóvenes a su edad aún no consiguen.
Renata recibió muchas felicitaciones por este emprendimiento que surgió de un sueño de que las personas con autismo puedan ser autosuficientes y que su discapacidad sean tan visible y sensibilizada como lo es hoy la discapacidad física.
UN LUGAR EN EL MUNDO: ¿A qué padre o madre de un joven con autismo no le gustaría ver que su hijo se ha autorrealizado y que tiene un modo honesto de vivir? Es el anhelo más grande que tenemos los padres y madres de estas personas. Sabemos que no somos eternos y algún día ya no estaremos más con ellos, pero queremos irnos con la tranquilidad de que pueden sobrevivir por sí solos en el mundo.
Renata es la materialización de ese anhelo, pero lo más importante es que ella comparte ese sueño de que otras personas con autismo puedan encontrar también su camino y su lugar en el mundo.
