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¿Una puritana en la prevención del VIH en Yucatán? Cada año el estado es primer lugar

-Por 12 años, en una negligencia fatal que raya en crímenes de lesa humanidad, se ha mantenido la misma estrategia y a la misma jefa, la doctora Dulce María Cruz Lavadores.

-¿Permitirá el gobernador Joaquín Díaz Mena que Yucatán siga en los primeros lugares de casos de VIH? ¿Dejará a los mismos de siempre pese a que reiteradamente han demostrado su fracaso?

MÉRIDA, Yucatán.- Al estilo Ricardo Arjona (¿Qué hace un casto en un motel? ¿Qué hace un genio en un cuartel?), desde hace 12 años los yucatecos nos preguntamos qué hace una puritana como jefa del Programa Estatal de VIH, esto por supuesto con nefastas consecuencias para un estado que desde hace años ocupa los primeros lugares en casos de esta enfermedad, que si se detecta a tiempo es posible salvar muchas vidas y evitar su propagación.

¿Qué tanto poder tiene la doctora Dulce María Cruz Lavadores como para quedarse 12 años en su puesto, no sólo sin dar resultados sino incluso cometiendo negligencias criminales que rayan en crímenes de lesa humanidad? Tal vez la respuesta sea que es la esposa de Saúl de los Santos Briones, director de planeación de la SSY y operador politico de Mauricio Sauri Vivas, secretario de Salu en el sexenio de Mauricio Vila.

Las irregularidades van desde la carencia de pruebas rápidas en los Centros Ambulatorios para la Prevención y Atención en SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual (Capasits) y la caducidad de medicamentos y las pruebas rápidas hasta la permisibilidad de «aviadores» y el hostigamiento a personal que sí quiere trabajar.

LA NIÑA DE SUS OJOS: Por si fuera poco, la doctora Cruz Lavadores impulsa un centro híbrido (es decir que opera con recursos públicos y privados) denominado Wellness, al cual le dedica todo su empeño y canaliza ahí los recursos materiales y humanos que les regatea a los Capasits, pese a que no hay punto de comparación entre el número de usuarios que tiene el Wellnes y los que tienen los Capasits.

En el Wellness, que es la niña de sus ojos, colocó como directora a una de sus incondicionales, la doctora Gabriela Pérez Ávalos, con la que alardea que uno de sus objetivos es debilitar los Capasits para que se fortalezca el centro híbrido, sin importarles que prácticamente están jugando con la vida de los yucatecos.

El bloqueo contra los Capasits va más allá de dejarlos sin recursos y sin personal activo, porque también frenan iniciativas como llevar las campañas de concientización y pruebas rápidas de VIH a lugares como escuelas, parques, plazas públicas y otros espacios de gran concurrencia.

Ella junto con su equipo se han mantenido en trabajo de escritorio, sin salir a hacer campañas de prevención ni detección en la población dejándoselo todo a las organizaciones no gubernamentales (ONG’s).

Sin visitar ni mucho menos supervisar las tres unidades que tiene a su cargo, como son los Capasits de Mérida, con casi 3,500 usuarios; de Ticul con 180 y Valladolid con 500, delegando sus funciones a los jefes de programas jurisdiccionales que de VIH no saben nada.

MORTAL NEGLIGENCIA: Por cada prueba de VIH que no se realiza, los contagios se multiplican y por eso Yucatán ocupa los primeros lugares en contagios. A partir del 2020 ha estado en los primeros cinco lugares y en una ocasión ya tuvo la deshonrosa corona.

Los CAPASITS en Mérida, Valladolid y Ticul, que deberían ser puntos clave para la prevención y tratamiento del VIH, carecen de pruebas rápidas de detección, proporcionan preservativos de mala calidad y han dejado de suministrar suplementos esenciales como vitaminas y omeprazol, indispensables para los pacientes en tratamiento antirretroviral. Esta situación obliga a los usuarios a buscar medicamentos y suplementos en farmacias privadas, lo que pone en riesgo su salud al no poder mantener un equilibrio adecuado en su sistema inmunológico.

Aunque el suministro de retrovirales se mantiene en niveles aceptables, el contexto general es alarmante. Los altos costos de los tratamientos, que pueden alcanzar hasta 9,000 pesos por frasco de 30 pastillas, se suman a las carencias de servicios básicos en hospitales como el O’Horán, donde los pacientes esperan a la intemperie y se enfrentan a baños en condiciones deplorables.

CAMPEÓN EN VIH: Desde el 2020 Yucatán ha estado consecutivamente en los primeros 5 lugares a nivel nacional en casos de VIH y SIDA, y de acuerdo con las cifras más recientes del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el Sida, en el primer trimestre de este año Yucatán ocupó el segundo lugar con la mayor tasa de casos nuevos diagnosticados de VIH, al registrar una tasa de 6.62 por 100 mil habitantes.

Asociaciones civiles afirman que estos números demuestran la falta de prevención, detección y divulgación de programas oportunos para la prevención y atención del VIH en Yucatán, y es altamente preocupante que el estado se posicione en los primeros lugares en la detección de esta enfermedad hasta la etapa de SIDA.

¿Permitirá el gobernador Joaquín Díaz Mena que Yucatán siga en los primeros lugares de contagios de VIH? ¿Dejará a los mismos de siempre pese a que reiteradamente han demostrado su fracaso?

Sólo por mencionar un año, para el ejercicio fiscal 2022 el gobierno estatal otorgó $4,680,000.00 para el Programa de Prevención y Control de VIH, SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual, pero ¿a dónde han ido a parar estos recursos?.. CONTINUARÁ

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