«Peloncito» vivía un infierno, irónicamente en Cielo Alto
-Los vecinos ya habían pedido ayuda a las autoridades, pero el apoyo tardó en llegar. Anoche el niño murió víctima de brutal golpiza.
MÉRIDA, Yucatán.- Lo llamaban «Peloncito», nadie sabía su nombre, tal vez ni tenía ni estaba registrado oficialmente. La desnutrición del pequeño de ocho años es evidente en las fotos que circulan tras su muerte a manos de su madre y su violenta pareja, una mujer que no solo no tuvo amor por el pequeño y su hermano menor, sino que constantemente los maltrataba.
La madre no solo toleraba los maltratos, también se sumaba a ellos. Vilma y Liams, la pareja que anoche mató a golpes a «Peloncito» en un departamento de Cielo Alto, tenían mala reputación en el fraccionamiento perteneciente al municipio de Kanasín.
De acuerdo con usuarios de redes sociales, por denuncia de los vecinos se abrió un expediente en el DIF Yucatán. Lamentablemente, por el cumplimiento de los protocolos, la intervención de las autoridades no sucede con la celeridad que requieren casos graves de maltrato como el de Cielo Alto.
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Los vecinos no eran ajenos al abandono y al maltrato que sufrían los menores en el infierno que era su departamento en, irónicamente, Cielo Alto.
Los llantos de los menores eran frecuentes. También se escuchaban golpes y gritos, tanto de las maltratadoras como de los niños.
Anoche, en medio de la borrachera de su madre y su marida, se escuchaban llantos y golpes en un departamento. Vilma y Liams, pero «Peloncito» no dejaba de llorar y fueron a calmarlo con el «método» habitual: lo golpearon salvajemente hasta que el niño quedo interte a consecuencia de la brutal golpiza.
Al darse cuenta que «Peloncito» estaba muerto, se encerraron para ocultar el crimen. Sin embargo, el hermano menor logró salir y pidió ayuda; al lugar llegaron policías que detuvieron a las mujeres para interrogarlas.
La Policía Municipal de Kanasín recibió el llamado de auxilio y, al llegar al domicilio, confirmaron el fallecimiento del menor. Siguiendo el protocolo, dieron parte a la Fiscalía General del Estado y al Servicio Médico Forense (Semefo).
En un principio las agresoras trataron de aparentar que era una tragedia por una crisis asmática, pero testigos señalaron que el niño podría haber sido víctima de maltrato. Vecinos y personas cercanas a la familia mencionaron que el menor vivía con su madre y otra mujer, y que en varias ocasiones habían escuchado gritos y hechos que podrían indicar violencia familiar.
La comunidad de Cielo Alto no sale de la consternación. Sabían del infierno que vivían «Peloncito» y su hermano, denunciaron pero la ayuda no llegó atorada en la burocracia y en los protocolos oficiales.