«Tan guapo como tan patán», una historia más de deudores alimentarios
Desde hace más de 10 años María crece sola a sus hijos menores de edad, porque el padre se desentendió por completo.
MÉRIDA, Yucatán.- Desde hace más de 10 años María I.R.R. es padre y madre de sus dos hijos menores de edad, y supo que tenía que desempeñar ese doble papel luego de dos años de infructuosa lucha por conseguir que el padre respondiera «como hombre».
No serás ni la primera ni la última que le tocará sacar adelante sola a sus hijos, le dijeron sus padres, quienes la apoyan en el cuidado y la atención de los menores.
Por aquellos años en que María luchó contra el sistema, y contra un hombre al que le «faltaron pantalones», no había tanta protección a las mujeres para que consigan pegar a la pared a los deudores alimentarios, que hoy tienen que enfrentarse a leyes como la 3 de 3 o la Ley Sabina que persiguen con rigor a los padres incumplidos.
«Vimos que era una lucha en la que no íbamos a ganar nada y sí íbamos a desgastarnos mucho», recuerda María. «Los hombres se protegen unos a otros, lo que no sucede con las mujeres que nos metemos el pie unas a otras».
El sujeto en cuestión salió «tan guapo como tan patán», menciona la madre de María. «Ahí sigue enamorando a incautas y ellas siguen cayendo».
«Antes los hombres eran de una sola pieza, el que embarazaba a una mujer tenía que responder, lo casaban y cumplía… hoy son como esos animales salvajes que embarazan a las hembras, se van y son ellas las que crían a los hijos», lamenta.