El Congreso aprueba el préstamo para ampliar el puerto de altura de Progreso.
La ampliación y la modernización del puerto de altura es una inversión productiva que sentará las bases del desarrollo de los próximos 30 años.
MÉRIDA, Yucatán.- En Yucatán, se está sentando las bases para que la transformación sea sostenible en los próximos 30 años y, por eso, el Congreso local aprobó al Gobierno del Estado contratar financiamiento para hacer una realidad el proyecto de Ampliación y Modernización del Puerto de Altura de Progreso, promovido por el Gobernador Mauricio Vila Dosal, el cual será una inversión productiva para los yucatecos, pues generará desarrollo económico, al incrementar la competitividad del estado, haciéndolo un lugar más atractivo para las empresas que generen empleos que los yucatecos necesitan.
Actualmente, la entidad está pasando por un momento sin precedente en diversos rubros, como generación de empleos, crecimiento económico, llegada de turistas e inversión extranjera directa; aunque el Puerto es una de sus principales ventanas al desarrollo, se encuentra rezagado y limitado en infraestructura y esto ha detenido que importantes empresas se decidan a instalarse aquí.
En ese sentido, su ampliación y modernización es fundamental para el desarrollo presente y futuro del estado, pues es la principal entrada y salida de productos, y está quedando obsoleto ante las necesidades de crecimiento de la zona.
Vemos temas inflacionarios importantes, que tienen que ver con que el costo de traer productos está siendo cada vez más caro; por eso no es sólo tema de autoridades o empresarios, sino que permea la vida diaria de todos los yucatecos.
Ante esto, el Gobierno del Estado y la Federación han decidido trabajar en equipo para hacer de este plan una realidad y buscar la forma de financiarlo; será una inversión que se pagará sola, pues los beneficios se reflejarán en derrama, crecimiento y generación de recursos, no sólo para cubrir los costos, sino también para fortalecer otros rubros.
Esta inversión es viable ya que las 40 hectáreas ampliadas generarán al Gobierno del Estado importantes ingresos, toda vez que la Secretaría de Marina otorgará una sesión parcial de derechos.
Se estima que derivado de las rentas de los espacios y de los derechos, la recuperación de la inversión del posible crédito es en 10 años.
Con esto, al cabo de 20 años, se estima un ingreso de 10 mil millones de pesos en un escenario conservador, los cuales el Estado los podría invertir en salud, educación y la tan preciada seguridad que caracteriza a Yucatán.
Además, impactará de manera positiva en la recaudación de los tres órdenes de gobierno a través de la llegada de más turistas en crucero, que favorecen el consumo y en la recaudación de IVA, más y mejor empleo lo que impacta en ISR e ISN, así como nuevos negocios, lo que impacta en la recaudación de derechos, aprovechamientos, así como prediales, entre otros.
Entre los beneficios más importantes de esta obra está lograr una mayor captación de turistas con la llegada de cruceros más grandes y los podrá conectar con otros destinos turísticos; el impulso a la atracción de nuevas inversiones e industrias en Yucatán, así como la generación de más y mejores empleos durante su construcción, al igual que de las nuevas industrias que se desarrollen.
Se trata de una oportunidad de inversión que no elevará ningún impuesto ni traerá un gravamen para la ciudadanía; es una obra que se irá pagando sola y la gente monitoreará la aplicación de los fondos, a través del Consejo Consultivo del Presupuesto, conformado en su mayoría por ciudadanos.
Este proyecto cuenta con el completo respaldo del sector empresarial de la entidad, toda vez que eso representará mayor competitividad en la infraestructura portuaria, la cual está quedando obsoleta ante el desarrollo que está presentado el estado, pero ahora tiene la oportunidad de fortalecerse y marcar un antes y un después en Yucatán.
Con la modernización del Puerto, se aprovechará fenómenos como el nearshoring, el cual ofrece infinidad de posibilidades para el estado, como el establecimiento de compañías relevantes que creen empleos de calidad para las familias; es así que este proyecto tiene el potencial de unir al territorio con todo el mundo e impulsar su transformación.
Asimismo, este proyecto se suma a otros que se están impulsando en Yucatán de la mano del Gobierno Federal para crear más y mejor infraestructura para el desarrollo a mediano y el largo plazo, como las dos nuevas centrales termoeléctricas que se están construyendo, la ampliación del ducto de gas natural, entre otros.
Con todo esto, Yucatán tiene posibilidad de convertirse en una nueva frontera comercial con la Costa Este de los Estados Unidos, que representa el 42% del Producto Interno Bruto de los Estados Unidos, por lo que se tiene una gran oportunidad que se puede aprovechar en favor de toda la región sureste.
Aunado a ello, Yucatán cuenta con finanzas sanas y una sólida calificación crediticia, que respaldan consultoras internacionales, entre las que destacan HR Ratings, Moody’s y Fitchs Rating; esto permite financiar proyectos estratégicos de inversión pública y seguir generando crecimiento sostenible.
De acuerdo con el Sistema de Alertas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que contempla los indicadores de Deuda y Obligaciones sobre Ingresos de Libre Disposición; Servicio de la Deuda y de Obligaciones sobre Ingresos de Libre Disposición; y Obligaciones de Corto Plazo y Proveedores sobre Ingresos Totales, el estado tiene un nivel de endeudamiento en color verde y lo mantendría incluso con el nuevo financiamiento.
Debido a las capacidades actuales del Puerto de Altura, estamos limitados a que únicamente lleguen barcos de 40,000 toneladas, cuando en otros sitios del país arriban hasta de 100,000, lo que hace que mover productos a Yucatán y fuera sea más caro que en esos lugares, lo cual incrementa los gastos de logística para las empresas.
Por otro lado, los cruceros que se recibe son de 3,000 o 4,000 pasajeros, cuando se podría dar la bienvenida a los de 9,000 turistas, cuando se tenga las condiciones; además, las principales navieras están sacando de circulación los barcos chicos para hacer otros más grandes y reducir costos.