Mérida repunta entre las diez ciudades con mayor percepción de seguridad
MÉRIDA, Yucatán.- Los elevados índices de percepción de seguridad es un factor que mantiene a Mérida como un polo de atracción para los capitales de inversión internacional, el desarrollo económico del Municipio y su consolidación como un destino turístico a nivel nacional e internacional.
Con la reciente publicación de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la capital de Yucatán se mantiene entre las 10 ciudades con mayor índice de percepción de seguridad y sin registro de delitos de alto impacto que pongan en detrimento el patrimonio y la vida de las y los habitantes del Municipio.
Según los encuestados, en el rango de 18 años de edad en adelante, sólo un 25.6% consideró que Mérida es una ciudad insegura para vivir, en contraste con la media nacional que el porcentaje de inseguridad es de 62.3%. Por ello, Mérida ocupa el octavo lugar en el ranking de las ciudades mejor valoradas en cuanto a eficiencia policial, servicios públicos, infraestructura urbana y gobernanza.
Para contribuir a la percepción de seguridad que existe en Mérida, no sólo se miden factores relacionados con la actuación de los cuerpos policiales, sino también la atención que brinda el Ayuntamiento al proveer de alumbrado público en óptimas condiciones, que disminuye las zonas de riesgo para peatones y uso de espacios públicos, la recolección de basura, limpieza de la ciudad, entre otros.
Además, los registros de incidentes delictivos son relacionados con las disputas ocasionadas por la convivencia, como son las amenazas o lesiones menores, mientras que delitos como robo bancario, secuestro, asaltos en cajeros automáticos o en transporte público y ejecuciones derivadas por el narcotráfico son inexistentes.
Finalmente, en Mérida existe un trabajo coordinado entre los tres órdenes de gobierno, por tanto, la Policía Municipal de Mérida, la Secretaría de Seguridad Pública y la Guardia Nacional mantienen una relación armónica que permite desarrollar operativos conjuntos para evitar la presencia de actividades ilícitas de mayor escala.