Policía

Terrible escena en la avenida Itzaes visibiliza más que nunca el problema del suicidio en Yucatán

MÉRIDA, Yucatán.- Un mantel navideño, que una buena samaritana donó, se convirtió en la improvisada mortaja de un hombre que, tras dos días desaparecido de su familia, puso fin a su vida en un árbol de flamboyán en la avenida Itzaes entre 67 y 69, en el centro de la ciudad.

Tal vez sin proponérselo, con su muerte hizo más visible aún un problema de salud mental que cada año aumenta en Yucatán, sin que hasta ahora haya políticas públicas efectivas para aminorarlo.

Yucatán acumula más de una década con aumentos anuales de la tasa de suicidios. En sexenios anteriores se pusieron en marcha programas que trataron de paliarlo, pero tras la pandemia de Covid-19 muchos los abandonó el gobierno o los dejó sin presupuesto.

El cuerpo del hombre desconocido colgando en plena avenida Itzaes, entrada a Mérida para quienes vienen desde el sur, es un fuerte llamado de atención a la sociedad y al gobierno para que juntos atiendan este grave problema, que se origina en la depresión y en buena parte en las adicciones.

Testigos que vieron al hombre que subía al flamboyán se sorprendieron. Su asombro aumentó más al ver que llevaba una cuerda en la mano. Todo sucedió tan rápido que nadie tuvo tiempo de evitar que se matara.

Por unos minutos la dantesca escena quedó a la vista de transeúntes y automovilistas, hasta que una vecina donó un mantel, paradójicamente con adornos navideños, para cubrir el cuerpo. Un policía subió hasta lo alto y cubrió el cuerpo.

Más tarde se supo que los familiares del hombre lo buscaban desde hace dos días. Tenía problemas de adicciones, pero se desconoce si recibía algún tipo de tratamiento.

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