Dos alacranes: uno deportivo y otro carroñero de la política
Miguel «Alacrán» Berchelt retorna a la senda del triunfo. Por el contrario, el ponzoñoso político sigue en tórrido romance con la derrota, de la que no sale ni con sus chantajes.
MÉRIDA, Yucatán.- La función de box de anoche reunió a dos alacranes, uno deportivo y otro carroñero de la política.
Al menos el deportivo, Miguel «Alacrán» Berchelt, retornó a la senda del triunfo luego de superar por nocaut técnico al argentino Diego «Profeta» Ruiz.
Por el contrario, el carroñero Liborio Vidal Aguilar sigue en tórrido idilio con las derrotas que lo han acompañado desde siempre en su carrera política.
A causas de sus traiciones, el ponzoñoso alacrán de la política no encuentra la senda del triunfo y, por el contrario, se hunde cada vez más en una espiral de la que no logra salir ni con sus chantajes que ya rayan en la extosión.
Tras la derrota ante Renán Barrera por la candidatura del PAN a gobernador, el carroñero no tuvo la humildad de aceptar que fue vencido y quiso exigir como si fuera el ganador. Sin embargo, se topó con piedra pues los panistas ya no están dispuestos a aceptar los chantajes de advenedizos a lo que ni siquiera necesitan para ganar.
Por las señales que dio, muchos pronosticaron que el ponzoñoso iría a entregarse a Claudia Sheinbaum en Valladolid, pero no lo hizo porque le faltan los talantes y porque sigue chantajeando al PAN con sus veleidosos caprichosos.
Hoy se sabe muy bien que los yucatecos mandan al basurero de la historia a los traidores, como ya muy bien lo comprobaron Rommel Pacheco y Ramírez Marín, pero a los tibios y cobardes, como Liborio Vidal, a esos de plano los borran de la historia.