En Morena Yucatán se dan con todo: Antichapulines contra «neomorenazis»
Intercambio de descalificaciones en medio de los dedazos en las candidaturas de Morena a las alcaldías y las diputaciones.
MÉRIDA, Yucatán.- Fundadores y militantes de Morena no dudaron en llamar «neomorenazis» a quienes tratan de descalificar el movimiento antichapulines que realizan, en oposición a los desechos políticos que recalaron en Morena luego de traicionar a sus partidos en Yucatán.
«Por eso dejamos muy claro: NO EXISTE empresario alguno con interés propio detrás de nuestras acciones. Los recursos que se han utilizado provienen de morenistas perfectamente organizados», aseguró Alberto Nolasco, vocero del movimiento antichapulines.
«Los NEOMORENAZIS, aquellos que buscan desplazar, deponer e incluso expulsar a los verdaderos morenistas, están intentando descalificar al movimiento y a todo aquel que alce la voz para denunciar las corruptelas dentro del partido. Ahora como estrategia, buscan golpear a los líderes difundiendo en las redes sociales información falsa, que busca poner en duda el origen de los recursos financieros para desacreditar el movimiento», denunció en un comunicado.
El dirigente recordó que es de conocimiento público que hay gran malestar entre la militancia en Yucatán, como en todo el país, por las imposiciones de candidaturas en Morena, sobre todo de chapulines. «Por ello nos hemos organizado un grupo de compañeros fundadores y militantes activos, para alzar la voz y denunciar las violaciones al proceso de selección y la falta de democracia participativa en Morena», aseguró.
Desde sus inicios los morenistas han financiado al partido con sus propios recursos, esto no es secreto, todo mundo lo sabe. Sin prerrogativas se caminó y se organizó al partido desde cero, añadió.
La soberbia de los neomorenazis subestima el poder de acción y gestión de los morenistas indignados, la solidaridad es nuestra fuerza. Creen que solo ellos tienen la capacidad de colocar lonas y pintar bardas. Utilizarán lo que esté a su alcance para frenar el movimiento, desde páginas digitales “patitos” para desinformar, hasta acciones de intimidación, pues nos han hecho saber a través de cuentas falsas que saben dónde vivimos y dónde trabajamos. Sería lamentable que el siguiente nivel en su estrategia sea la agresión física.
