Mérida

Beryl nos permitió disfrutar de un día de descanso en familia

Lo importante es que estamos vivos, que no hubo destrucción (¿a quien en su sano juicio le gusta ver devastada su ciudad?) y que tuvimos un inesperado viernes de asueto.

MÉRIDA, Yucatán.- No vi a nadie compartiendo las convencias o las comidas familiares que Beryl nos permitió tener ayer, al ser un día sin actividades laborales y escolares. Fue un inesperado día de asueto que permitió a la gente estar en casa descansando.

Fue un inesperado puente por un ciclón que, al menos en Mérida y su zona metropolitana, solo tuvo como efectos lluvia y vientos leves. No se fue la luz, la gente pudo ver películas en plataformas de streaming, pudimos estar conectados a internet y disfrutar de mucha, mucha comida que algunos compraron de más.

En lugar de estarnos quejándonos por las precauciones que tomamos y no pasó nada, deberíamos estar agradecidos, porque en otras partes de la Península de Yucatán, como en la isla de Cozumel, la Riviera Maya y varios municipios de Yucatán, en la parte oriente, sí tuvieron estragos por Beryl, pues ahí les pegó como huracán.

Hoy muchos hablan de alerta gris, pero son aquellos que se dejaron alarmar por los sensacionalistas y agoreros de desastres. Los bien informados sabían que llegaría a la zona de Mérida como tormenta tropical, en consecuencia no habría vientos huracanados, por lo que fue innecesario tapiar las casas con tablas de madera.

Igualmente fue innecesario hacer compras de pánico de comida y, sobre todo, de papel sanitario. Con lo que se tiene en la alacena y el refrigerador era suficiente para pasar un día de tormenta tropical.

¿Por qué Beryl no dejó lluvias torrenciales y vientos fuertes?

Todo tiene una explicación. Para fortuna de los yucatecos, Beryl pasó más al norte de lo pronosticado, en consecuencia su cuadrante más grande (donde están las lluvias y vientos más fuertes), que es el cuadrante noreste quedó sobre el mar, por lo que en tierra sus efectos estuvieron aminorados.

De hacer pasado al sur de Mérida, como inicialmente pronosticaron, nos hubieran tocado más lluvias y vientos. Sus efectos hubieran sido similares a los de Grace en agosto del 2021.

Como sea, lo importante es que estamos vivos, que no hubo destrucción (¿a quien en su sano juicio le gusta ver devastada su ciudad?) y que tuvimos, gracias a Beryl, un día de descanso en familia.

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