A Mérida la ahorcan los embotellamientos: Alfonso González, presidente de la AMIC
El experto urbanista propone una movilidad más sustentable, con un modelo de traslado de bajo consumo de carbono.
MÉRIDA, Yucatán.- El ex presidente del consejo mundial de ingenieros civiles y actualmente presidente de la Asociación Mexicana de la Industria de la Construcción, Alfonso González Fernández, propone un modelo de movilidad urbana sustentable que tiene como objetivo evitar embotellamientos excesivos ante la insuficiencia de vías que garanticen un flujo rápido, reducir la dependencia de combustibles fósiles y frenar la planificación desordenada que se resume en desplazamientos más largos, en vista de que cada vez hay más gente viviendo lejos de su centro de trabajo, en las periferias.
La movilidad urbana sostenible forma parte de los proyectos de reformulación del mundo moderno de cara a las presiones climáticas y medioambientales del siglo XXI, implicando medidas puntuales para lograr un transporte urbano rápido, eficiente y saludable.
El experto urbanista, propone un modelo de traslado de bajo consumo de carbono que privilegia elevar la calidad de vida urbana y el bienestar colectivo, así como la creación de espacios públicos confortables y seguros que favorezcan la convivencia ciudadana.
González Fernández propuso que para encaminar este proyecto se debe promover el transporte masivo para reducir la cantidad de automóviles en circulación al mismo tiempo.
En segundo término, se propone expandir y redistribuir las redes de transporte con vehículos menos contaminantes.
En tercer término, integrar los distintos medios de transporte a fin de generar recorridos más rápidos y sencillos.
Por último y no menos importante, sería el cambio de patrón en el modelo de tarifas de transporte público que no afecten directamente al bolsillo de los usuarios.
«Se trata de un asunto delicado y se debe buscar evitar afectar la economía de los ciudadanos quienes, actualmente y de forma mayoritaria, usan el transporte público y no lo hacen por gusto».
González Fernández considera estudiar la implementación de tarifas justas, previamente consensuadas accesibles a todos.
«No solo se trata de anunciar modernidad, innovación o hablar de sustentabilidad cambiando áreas verdes por concreto, ni presumir unidades, sino de encontrar y resolver un asunto que ayude a minimizar el gasto y mejorar la movilidad y economía, cuidando el entorno».
El urbanista yucateco mencionó que transporte público se enfrenta a situaciones adversas como los embotellamientos debido a la insuficiencia de vías que garanticen un flujo rápido y constante; existen horas pico causadas por la coincidencia de horarios laborales en los que el servicio se satura y colapsa, además de la lejanía al lugar de trabajo o domicilio del ciudadano.
Otro problema es la dependencia excesiva a los combustibles fósiles, que contribuyen al efecto invernadero.
Finalmente, la expansión de la mancha urbana, el crecimiento de las ciudades y aquellas que carecen de una planificación urbana apropiada se traducen en recorridos muy largos.
