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Candidatos de Morena en Yucatán se alían con la mafia agraria

María Fernanda Vivas y Adrián Gorocica participaron en una asamblea donde la abogada de la mafia agraria, Rebeca Buenfil, extorsionó a ejidatarios de Chuburná de Hidalgo para que voten por Morena.

MÉRIDA, Yucatán.- María Fernanda Vivas, candidata a diputada local, y Adrián Gorocica, aspirante a regidor en Mérida, se aliaron con la abogada de la mafia agraria, Rebeca Buenfil, para lucrar electoralmente con un litigio plagado de sobornos y operaciones irregulares, además de que representa un engaño para los ejidatarios de Chuburná.

Ambos morenistas participaron ayer en una asamblea en la casa agraria de Chuburná, donde Morena extorsionó a los ejidatarios a que voten por los candidatos guindas a cambio de que les paguen las tierras que pelean con los colonos del fraccionamiento del Arco y Vista Alegre, que supuestamente pertenecen al núcleo agrario de Chuburná.

Quien coaccionó a los ejidatarios fue la licencia Rebeca Buenfil, autora material e intelectual de una mafia inmobiliaria que utiliza influencias, sobornos y operaciones irregulares en varias instituciones para lograr sus fines personales.

Ex empleada de la Procuraduría Agraria, Rebeca Buenfil es una de las figuras principales en una red que pretende despojar de sus hogares a poco más de 120 familias del Arco y Vista Alegre.

Versiones de empleados del Tribunal Agrario señalan que Rebeca Buenfil Méndez presume sus influencias en los juzgados al punto de tutearse con las secretarias, los magistrados y los empleados de la dependencia, e incluso mandar sobre ellos con lujo de prepotencia.

El patrón delincuencial de esta persona, al decir de los vecinos fue muy significativo y dejó muchos rastros: una vez planeada la modificación de planos, de sostener reuniones y tratos con empleados de dependencias tales como el Registro Público de la Propiedad y el Comercio, de tratar con los ejidatarios -quienes no sabían con precisión donde iniciaban y terminaban sus tierras- Buenfil Méndez se coludió con autoridades del Tribunal Agrario para planear la estafa y el despojo de los hogares a los vecinos del Arco.

Sin embargo Buenfil Méndez no tuvo el éxito esperado. Luego de que urdió, tramó y realizó numerosas triquiñuelas legales no ha podido tener la sentencia que esperaba le redituara cientos de miles de pesos para su bolsillo y para los presuntos dueños de los terrenos donde se asientan las viviendas de los colonos del Arco.

Como documentó la prensa, la actuación de esta persona es similar a las mafias que despojan de su patrimonio a la gente.

La abogada de los ejidatarios participó en el expediente del caso con todas las facetas posibles: primero en su carácter de servidora pública de la Procuraduría Agraria y posteriormente como asesora del ejido de Chuburná, con sus distintos comisariados.

Se le acusa de haber usado información privilegiada para realizar actos presuntamente punitivos.

Otro aspecto del acuerdo es que revela que los propios ejidatarios confesaron que “el ejido ya no tiene tierras y la única forma de sacar dinero es mediante estos juicios”. A eso se debía el hostigamiento a los vecinos de Vista Alegre y el Fraccionamiento del Arco.

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